Me emociona escribirles lo que creo acerca de apoyar a mi esposo. Se trata de un tema muy importante para mí y espero ser clara en mis razones.
Quiero comenzar con que fue el ejemplo que vi en mi mamá. Ella siempre alentaba a mi papá con sus palabras para demostrarle lo valioso que era para nuestra familia que él hiciera su mejor esfuerzo en su trabajo.
Se que en más ocasiones de las que yo supe, mi papá se sintió decaído y se llegó a preguntar si lo que hacía era suficiente y siempre recibió palabras de aliento por parte de mi mamá. Eso en su vida hizo la diferencia.
Las actividades laborales de mis papás eran diferentes así que si bien mi mamá no podía ayudarlo de forma directa, pero si lo motivó a que él pusiera sus ojos en Cristo, así mi papá tuvo toda la seguridad que necesitaba para continuar y así es hasta hoy.
De ahí se que lo que le decimos a los más cercanos a nosotros tiene un efecto en sus corazones.
Hace 2 años y medio me casé. Mi esposo es extranjero y por razones migratorias no pudimos movernos a su país natal, así que tuvimos que quedarnos a vivir en Nayarit. Eso cambió en 180° nuestros planes y con ellos, su carrera.
Mi esposo es un hombre de excelencia, él sabe mucho acerca de trabajar con plantas ya que por años a eso fue a lo que se dedicó. Aquí en donde vivimos esa no pudo ser una opción para él, así que tuvo que empezar por hacer dos cosas, la primera: confiar plenamente en Jesús, que sucede su voluntad, y la segunda: comenzar desde cero con una carrera diferente para proveer a nuestro hogar, casi nada ¿verdad?
Para quienes están casados saben que los primeros meses (o años) son de acoplamiento, ahora imagínate dos personas con diferentes culturas, países e idiomas. Así fue para mi esposo quien de pronto tuvo que vivir en un país completamente diferente al que conoció toda su vida y además la necesidad de hablar en español.
Bien, hasta aquí ya tienes una idea del panorama, así que mi esposo comenzó a ver sus opciones y posibilidades para cumplir uno de los mayores retos y llamados que Dios le dio al varón como cabeza de familia, ¿sabes de que estoy hablando? el de proveer, y lo repito, en un contexto muy diferente al que solía conocer.
Ahí va quedando la historia, y aunque en muchos hogares la dinámica es que ambos, esposo y esposa aportan para los gastos (lo cual no tenemos nada en contra) en nuestro hogar desde nuestro comienzo él me ha dejado experimentar mi llamado de esposa y mamá a tiempo completo sin que tenga que trabajar fuera del hogar.
A los nuevos retos que mi esposo ya tenía frente a él en esta etapa de su vida, le sumamos que Dios nos dio la bendición de ser papás, a nuestro hogar vino un pequeño niño y si bien es cierto que es una bendición y que lo amamos, también es cierto que la lista de gastos aumentó.
Ahora sí voy a enfocarme en como ha sido su andar en lo profesional, ¡y vaya que sí es un profesional de los meros buenos! Comenzó con crear sitios web porque ya tenía un tanto de experiencia en esa area, él siempre ha sido bueno para hacer que las cosas luzcan bonitas, aprendió a poner cosas en orden, como texto e imágenes, para dar presencia online a negocios y ayudar con sus ventas.
Para ofrecer un servicio más completo, también le entró a las redes sociales y al contenido de los sitios web, y así lo hizo por meses, siempre haciendo su mejor esfuerzo para ayudar a sus clientes y que ellos estuvieran felices con el resultado.
Al cabo de meses decidió que las redes sociales no era su punto fuerte así que luego de pensarlo mucho dejó esa parte para profundizar en el diseño, y mientras tanto las ideas seguían viviendo a su mente acerca de cómo mejorar nuestro pequeño negocio familiar, llamado Soltech (Sol porque él quiere que seamos una luz para otros así como Jesús, creo que es mi parte favorita).
Te puedo asegurar que son pocas las personas que he conocido que, sin tener la presión de un jefe y un horario sean sumamente responsables en sus actividades, pero mi esposo sí lo es. Cumple cada día y hace valer las horas que pasa en su oficina, resolviendo problemas, actualizando sus conocimientos y ayudando a otros a mejorar sus negocios.
Luego se abrió ante él otra oportunidad: aprender coding, que fue algo que siempre le pareció interesante pero difícil a la vez por eso no creía que lo lograría, pero Dios lo ayudó. Para eso, exploró sus posibilidades y una de ellas que resaltó a sus ojos fue la de estudiar en linea, se informó de lo que necesitaba pero por vivir en el extranjero no aplicaba para eso.
Sin desanimarse siguió buscando y encontró otra manera, hizo el proceso, fue aceptado pero tuvo que poner en balanza que además de ser profesional también es esposo y papá y el horario no era nada accesible, por lo que tuvo que declinar esa oferta sabiendo que era la voluntad de Dios para nuestra familia en ese momento.
Gracias a la fidelidad de Cristo, mi esposo encontró una manera ingeniosa de crecer su conocimiento en una área difícil como es coding y además seguir trabajando, porque como dije antes todo el ingreso que entra a nuestra casa es a través de su trabajo y no del mío. Mi trabajo es muy bonito y si luego se puede te cuento más de él pero en relación a hacer dinero, simplemente no hace, con la ayuda de Dios lo administro pero esa es otra historia.
Mi esposo siempre ha puesto esfuerzo, tiempo, energía y pasión en buscar maneras de servir con excelencia, que se vea el resultado de su trabajo, de aprender por su cuenta, y no dejar que las condiciones de donde vivimos sean el factor determinante para salir adelante, y yo veo eso todos los días.
Lo que he dicho referente a todo el trabajo que él hace son unas pocas líneas, nada comparado con la cantidad que horas que le lleva a él, la presión de saber que siempre tiene que hacerlo lo mejor que puede, las dudas que muchas veces vienen y que hacen que mas que campo de trabajo parezca campo de batalla, la realidad es mucho más extensa que esto que estoy escribiendo.
Así que ahí te van en resumen las razones por las que apoyo a mi esposo:
Por que sí, porque soy su ayuda idónea, porque lo admiro, porque lo respeto, porque me impresiona, porque se esfuerza, porque es necesario, por gratitud a él, porque se que yo jamás podría hacerlo tan bien como él lo hace, porque se ha tomado muy enserio su llamado, porque me emociona lo que hace, porque creo en él, porque veo el valor de lo que hace, porque es lo menos que puedo hacer por él, por obediencia a Dios, porque lo amo.
Junto con Jesús, mi esposo y yo somos un equipo en camino a nuestro hogar celestial, mientras tanto nos apoyaremos tanto como Dios nos ayude a hacerlo, y seguiremos construyendo juntos una vida con cordón de tres dobleces (los que no se rompen pronto ;)